Estimados y estimadas,
Dejamos con ustedes el borrador del documento de Síntesis de Balance y Proyecciones, insumo para la disución sobre las mismas que daremos en nuestra facultad. La idea es obtener una resolución como FECH, la que luego se presentará en la CONFECH para, con la posterior discusión, entregar el documento final oficial de la misma y enarbolar la política estudiantil para este año 2012.
DOCUMENTO SINTESIS
BALANCE Y PROYECCIONES
MOVIMIENTO SOCIAL 2011
I) Introducción
El escenario nacional del año recién pasado sin duda quedará marcado en la historia de nuestro país. Hoy para nadie es un misterio que en Chile se ha observado un incremento exponencial de los niveles de movilización social de amplios sectores del pueblo chileno. Basta con realizar una breve mirada a los acontecimientos vividos para ilustrar dicha situación.
El presente documento busca dar un balance sobre el movimiento levantado como estudiantes y sociedad durante el 2011, que perseguía la gratuidad en la educación en todos sus niveles, para todos los chilenos y chilenas y financiada por el Estado.
Durante el 2011 la movilización nos sorprendió con una masividad nunca antes vista, fue multitudinaria no solo dentro de nuestros planteles educativos sino también en las calles donde la ciudadanía salió con nosotros y apoyó nuestras demandas.
Este periodo de álgidas movilizaciones, encuentran un vasto apoyo en la ciudadanía, por enmarcarse dentro de las problemáticas centrales que el modelo económico instaura durante los noventa. Dichas problemáticas se pueden establecer dentro de 2 grandes ejes:
1) Endeudamiento:
Los costos con el que cargan hoy nuestras familias por concepto de educación o se sobrevivencia se vienen arrastrando desde la implantación del modelo. El crédito universitario en particular ha sostenido la lógica de endeudamiento en la educación que ha pormenorizado las condiciones de nuestras familias.
2) Lucro
El lucro atraviesa todas las esferas de nuestra sociedad y se ha naturalizado dentro de todos los aspectos de nuestra vida.
Frente a estos dos ejes la movilización se centró en una solución estructural, entendiendo que ambos son la base y necesidad del actual modelo económico. En este sentido, confluimos en un petitorio que tenía como base una única solución para estos problemas en el ámbito de la educación: la Gratuidad.
Hoy, luego de mas de seis meses de movilización es justo y necesario que realicemos un balance de nuestros objetivos, de las metas alcanzadas y los errores cometidos para poder dar una proyección responsable y certera, analizando el nuevo periodo político que se nos abre luego del agitado 2011.
II) Balance
Durante el año 2011 se generó una de las mas grandes movilizaciones que hayan levantado los estudiantes desde el 2006.
Dentro de nuestro balance podemos identificar categorías de análisis que se repiten a lo largo de las discusiones de pleno y consejos de presidentes de las distintas casas de estudio representadas en la CONFECH.
1.- OBJETIVOS
En un principio el eje central de la movilización, en particular desde el 2010, fue frenar la agenda privatizadora del gobierno que pretendía arremeter contra las universidades estatales.
Posteriormente, la fuerza de la movilización nos fue llevando a clarificar nuestros objetivos, poniendo como norte de nuestra movilización la lucha por el posicionamiento y avance hacia una Educación Pública, Gratuita, de Calidad, Multicultural, sin Lucro y Garantizada por el estado.
2.- POSICIONAMIENTO DE LAS DEMANDAS: Comunicacional y político
Políticamente logramos estructurar un petitorio que profundizó las demandas y nos fue exigiendo en paralelo proponer. En torno a esto fuimos capaces de estructurar propuestas que atacan el centro del modelo económico a través de sus pilares fundamentales: Lucro y Endeudamiento, frente a lo cual nuestra propuesta fue la Educación Gratuita a través de diversos mecanismos y con ello permitiera el aseguramiento de la calidad en educación.
Logramos también iniciar un proceso de ruptura del sentido común, donde hoy se cuestiona el lucro en la educación y nuestras familias apoyan y entienden las demandas del movimiento, en el entendido de que son demandas que trascienden el ámbito educacional y se vinculan directamente con las familias y la comunidad, repercutiendo en su diario vivir.
Dentro de nuestros logros políticos destacamos la ruptura del gremialismo dentro de la CONFECH, masificando nuestras demandas y apropiándose hacia todos los sectores sociales, pudiendo instalar en la agenda el tema de educación como una primera reivindicación, pues es esta la herramienta que nos permite movilidad y transformación social.
Una de las formas de colocar en el tapete la demanda educacional chilena, fue generar estrategias comunicacionales que permitieron poner en boga de toda la sociedad el movimiento estudiantil en sus mas diversas facetas, como lo fueron y son mas concentraciones y marchas multitudinarias que lograron empatizar y hacer participes a miles de familias a los largo del territorio, las que estuvieron caracterizadas por la creatividad y originalidad, cautivadora tanto de los medios como la sociedad.
Comunicacionalmente logramos instalar, en un principio, una agenda de movilización propia, amplia y diversa que se sobrepuso a las determinaciones del gobierno, como es el caso de las marchas no autorizadas.
Bajo el mismo alero, siempre existió la intención de marcar la pauta en la agenda política del gobierno, lo que se consiguió y de hecho se modificó en muchas ocasiones, para lo cual fue muy importante el posicionamiento de los dirigentes y el apoyo ciudadano que arrastraron. En torno a este tema las diferencias internas en las discusiones no fueron de mayor importancia en términos comunicacionales y enriqueció la discusión política.
3.- FORMAS DE MOVILIZACIÓN
Respecto de las formas de movilización nos percatamos de que el movimiento 2011 tuvo aspectos esenciales. En principio fue una movilización extensa, intensa y de masas, de sobremanera en regiones y también en la capital.
En varios territorios la principal característica de las movilizaciones fueron las tomas y paros indefinidos en varias casas de estudio a lo largo del país, realzándose la masividad de nuestra movilización que recayó casi exclusivamente en las marchas multitudinarias que vincularon a diversos miembros de nuestras familias y comunidad. En ese aspecto nuestra definición táctica, fue, obtener el apoyo y que la ciudadanía se empoderará en primera instancia y luego se apropiara, se adueñara de las demandas, se parte de la opinión pública e implementar nuestra agenda de movilización en conjunto.
Dentro del análisis de nuestras formas de movilización hay una aceptación generalizada con respecto a las marchas, sin embargo había hechos luego de las marchas, frente a los cuales no teníamos control, que hicieron que la ciudadanía no aceptara en su totalidad nuestras formas de movilización, lo que bajo ninguna circunstancia puede entenderse de forma aislada, sino que responde a los actos represivos y violentos que utilizó el ejecutivo para desvalidar y coartar la manifestación estudiantil y ciudadana. Ejemplo de ello es la marcha del 4 de agosto, que se hizo a nivel nacional, en donde no se otorgó ningún permiso y los estudiantes vivimos una represión nunca antes vista desde la dictadura. Sin embargo, debemos reconocer dos tipos de actos violentos: 1) violencia esporádica, marginal y desorganizada. 2) Violencia de masas organizada y con fines políticos que se convierte en masiva y legitima para nuestros compañeros.
La violencia acometida por el gobierno no se traduce sólo en la violencia física ejercida por parte de fuerzas especiales hacia estudiantes y ciudadanos, sino que también en agresión verbal y comunicacional, pues son los medios de comunicación que se encargan de estereotipar y prejuiciar a los y las participantes, convirtiéndose en un aliado esencial para que el ejecutivo promueva el gobierno del terror y represor, destacando estos la violencia estudiantil y jamás develando ni acusando la violencia, ni el abuso de poder de las fuerzas especiales.
4.- BALANCE GENERAL
Dentro del balance y las discusiones que se han dado dentro de los plenos estudiantiles y consejos de presidentes, podemos establecer el balance general en aspectos positivos y negativos.
4.1 Positivo:
En términos positivos podemos rescatar la creatividad y la masividad a la que apuntaron y lograron nuestras movilizaciones.
Comprensión política profunda de las demandas, lo cual nos permitió dar el debate estructural y escapar de lo gremial para dar proyección social a nuestras discusiones.
Instalación de la problemática del lucro y el endeudamiento con perspectivas de desnaturalizarlo. Ruptura del sentido común del pueblo, la socialización de las demandas permite el empoderamiento de las bases sociales que apoyan y se hacen partícipes del movimiento.
En términos comunicacionales mantuvimos la unidad del movimiento, mas allá de que la prensa trató de exacerbar las divisiones internas que al final dieron mas dinamismo a la discusión, comprendiendo, además, que estas “divisiones” o “diferencias” provienen de distintas opiniones emanadas de los plenos y consejos de cada una de las Universidades que participaban en la discusión la que la hacen mas rica.
Exposición y acuso de los abusos del sistema a nivel internacional, que se expresan en la vulneración de derechos, gracias al posicionamiento de distintos dirigentes a nivel nacional.
4.2 Negativo:
No logramos una articulación profunda con estudiantes secundarios, con sectores productivos, sociales y de trabajadores estratégicos.
Discusión tardía de la naturaleza del petitorio, lo cual difuminó el movimiento que no tuvo una idea clara hasta bien entradas las movilizaciones.
En el momento en que el movimiento fue más fuerte y amplio no se supo maniobrar políticamente y se perdió la masividad en nuestros espacios de decisión como las asambleas. En torno a esto se debe pensar y contextualizar de manera responsable los tiempos de movilización.
Elaboración tardía de propuesta de educación gratuita. (aun no se termina)
Ocasionalmente se pasan por alto las decisiones de la CONFECH hacia las bases o viceversa.
II) Proyecciones
1.- OBJETIVOS:
Los objetivos para el presente año deben centrarse en darle continuidad a las demandas del movimiento estudiantil, estableciendo para cada demanda una propuesta responsable, pues no debemos dejar demandas al azar.
El mantenernos permanentemente en la lucha por una educación digna, de hegemonía pública, gratuita y multicultural para todos y todas nos parece crucial, pues es la herramienta que nos permite construir una sociedad diferente desde su base, en que el Chile que levantemos sea realmente decidido y discutido por todos y no solamente por unos pocos. Son además los cimientos para un Estado garante de los derechos básicos, de todos quienes habitan en él y termine de subsidiar la ganancia de pequeñas elites. Por ello, sostenemos que la lucha por la educación es necesaria y prioritaria para la transformación social.
Es una necesidad dentro del clima político y social que se vive hoy, que exista una real vinculación con otros sectores sociales y de trabajadores, apuntando a una unión directa con los sectores productivos y sociales estratégicos. No como una simple forma de solidaridad mutua, sino porque con la maduración alcanzada el año pasado nos damos cuenta de que existen problemas de fondo, transversales a las demandas de las distintas organizaciones, y que hacen natural que actuemos de forma articulada. Estos problemas son la profunda concentración del poder en Chile, que hacen que tengamos una democracia absolutamente insuficiente.
Debemos continuar trabajando en torno a la desnaturalización del lucro y el endeudamiento en todos los aspectos de la vida, debemos ser capaces de conversar políticamente los temas país y darnos posturas claras, entendiendo que probablemente el centro de la movilización del año 2012 no sea el sistema educativo sino la precarización de la vida en general, donde ambos ejes (lucro y endeudamiento) son los principales factores que influyen en este fenómeno.
Queremos desterrar al lucro de la educación porque entendemos que no es ético que unos pocos se enriquezcan entregándole mala educación a las mayorías, y porque el motor que haga funcionar el sistema educativo debe ser la vocación de construir el Chile que soñamos y no el bolsillo de sus dueños, quienes terminando supeditando sus decisiones a como optimizar sus ganancias en lugar de como dar una mejor educación. Este problema es transversal además a todos los derechos básicos. Similarmente, entendemos que el endeudamiento es la nueva forma en la cual los chilenos viven oprimidos y agobiados, lo que hace fundamental el cuestionarlo en todos los aspectos de nuestras vidas, y en particular en los derechos sociales.
Además, para este 2012, debemos apostar a mantener la unidad del movimiento estudiantil y social, entendiendo que las diferencias que podamos tener al interior deben quedarse al interior y en ningún caso sobrepasar los límites de los medios de comunicación que constantemente buscan invalidar nuestro movimiento y minorizarlo.
2.- POSICIONAMIENTO DE LAS DEMANDAS
El presente año nos trae diversos desafíos en torno a este punto, tanto políticos como comunicacionales.
En el aspecto político se debe cuestionar el lucro y el endeudamiento de manera concreta y debemos traspasar nuestro análisis desde la educación y las consecuencias que estos tienen para esta a reflexionar sobre las consecuencias políticas, económicas, culturales y sociales que tienen para la comunidad.
Debemos entender que la movilización como tal, no es sólo la forma física en la que se expresa a esta, sino que es un estado permanente de alerta, información, estudio y critica constante del contexto histórico y la coyuntura.
La vinculación con otros sectores debe ser real y debe partir por casa, es decir, al primer sector de trabajadores que debemos lograr acercar a nuestras demandas y reconocer las suyas propias son los pertenecientes a nuestras casas de estudio. Su precarización, además, pasa por la problemática de la democratización de los espacios. Asimismo, el paso paralelo es la vinculación real con otros sectores productivos estratégicos, frente a lo cual se ha avanzado con los portuarios y otros.
Además, existe hoy la necesidad de no centrar la movilización en rostros “emblemáticos” sino que resaltar el conjunto de la organización estudiantil y social. Porque entendemos que el presente año la educación no será el centro y debemos abrir los espacios comunicacionales que logramos a la visibilizarían de las demandas sociales.
Debemos generar un petitorio y propuestas que estén lo mejor blindadas posibles, que permita resistir los embates de la clase dominante, debemos ser serios y no dejar demanda sin propuesta.
3.- FORMAS DE MOVILIZACION
Debemos procurar mantener el apoyo de la ciudadanía y la masividad de las movilizaciones, en este sentido, creemos que se deben contar con todos elementos para tomar una forma de movilización para que esta, cualquiera que sea, no sea un fin en si mismo. Además debemos entender que no podemos ponerle atajo, en ningún sentido y de ninguna manera, a la necesidad o ganas de movilización de nuestros compañeros. No podemos ni debemos rechazar a priori ningún tipo de movilización, ya que dentro o fuera de la universidad, todos son nuestros compañeros y nuestra obligación como representantes es velar por todos y cada uno de ellos en las distintas expresiones de la movilización.
Debemos mantener la marcha y buscar otras formas de lucha: manteniendo la creatividad y apuntando a la masividad. La marcha debe ser utilizada estratégicamente para que no sea un elemento de desgaste y debe ser bien planificada y debemos tener claridad de los objetivos que la marcha o las distintas formas de movilización persiguen.
Y como se ha señalado a lo largo del documento, la movilización debe ampliarse y aunar mas sectores sociales y productivos. Toda estrategia de movilización se determinará por la bases.
I) Conclusiones
La verdadera huelga general desplegada en Magallanes marcó el inicio de un año caracterizado por el descontento, expresado en movilizaciones de grandes envergaduras. Luego las masivas protestas contra Hidroaysen, en parte continuadoras de las desarrolladas contra otros proyectos como Punta de Choros o Caimanes, junto con colocar de manifiesto el problema medioambiental versus intereses económicos de empresas transnacionales, también se caracterizaron por la amplitud de los sectores convocados, la masividad de su lucha, y el fuerte impacto mediático de la misma. Por su lado, el descontento de las poblaciones directamente afectadas por el terremoto, puso en evidencia también la mayoritaria despreocupación y la total incompetencia de un gobierno que hasta entonces se mostraba ampliamente respaldado por los logros del rescate minero.
Todo lo anterior, pavimentó en gran medida el camino para el desarrollo de una de las más grandes movilizaciones estudiantiles desarrolladas en la historia de nuestro país, movilizaciones que cambiaron rotundamente el escenario nacional, e impulsaron a amplios sectores a involucrarse en las demandas y reivindicaciones levantadas. Esta situación ha estado acompañada por el rotundo rechazo a los sectores políticos que hoy dirigen Chile, con un descrédito a los partidos tradicionales integrantes de los grandes conglomerados, y por tanto, una pérdida de legitimidad de sus instituciones, discursos y políticas.
Toda esta activación de amplios sectores y la existencia de este gran descontento, que incluso podemos ver materializado hoy en el conflicto de Aysén, ha abierto, como ya lo hemos venido manifestando, un nuevo período histórico y político en nuestro país, el cual está caracterizado por abrir posibilidades al movimiento social, de avanzar en mayores niveles de crecimiento organizativo y de despliegue, en perspectivas de ir constituyendo un nuevo proyecto que se levante como una alternativa real al neoliberalismo para el pueblo chileno.
La tarea del movimiento social en general es doble, pues junto con superar sus propias limitaciones, debe evitar a toda costa que las fuerzas políticas que hoy conducen el Estado, en particular el gobierno y los conglomerados de la Concertación y la Derecha, vuelvan del todo a su favor el actual escenario y el período que se ha abierto. Por eso hoy la preocupación debe estar puesta en consolidar espacios de organización social, proyectarlos a niveles de desarrollo cada vez más profundos y ambiciosos, robustecer lo más posible las organizaciones y el movimiento social, y dotarnos de espacios de coordinación que permitan proyectar efectivamente nuevas y vigorosas alternativas.
Por lo mismo, es necesario mantenernos movilizados, porque entendemos que es la movilización lo que nos da fuerza, lo que fomenta la organización y la hace madurar y lo que nos permite avanzar en los debates. La educación como eje central nos permite avanzar en uno de los temas cruciales para transformar nuestro país, y además mantenernos como un actor social que es capaz de proponer en lugar de simplemente reaccionar frente a los debates que nos intentan imponer las élites.
Por su lado, las fuerzas políticas dominantes chilenas, se preparan también para hacer frente al convulsionado escenario nacional, es por ello que mientras no profundicemos lo avanzado, dichas fuerzas dirigentes, a pesar de más y más movilizaciones, seguirán aprovechando estas situaciones para ir renovándose y fortaleciéndose.
En todo esto, el movimiento social tiene ante sí las posibilidades de saber aprovechar este escenario para su fortalecimiento o nuevamente caer preso de sus errores y debilidades, perdiendo así una importante oportunidad en la historia.
Frente a este escenario, y ante la necesaria convergencia de los sectores sociales movilizados, es que se levanta con mucha más fuerza que ayer la tarea de contar con espacios de vinculación que puedan canalizar las diversas luchas, para desde allí comenzar a plasmar alternativas al Chile de hoy. Espacios que nos permitan identificar aspectos que son comunes a nuestras distintas reivindicaciones de nuestros derechos y así lograr una articulación que sea realmente profunda y sentida por todos quienes se han movilizado.
Dicha necesidad, en el actual momento histórico se viene levantando no sólo como una premisa en base a la cual diversos sectores sociales y políticos están trabajando, sino que se levanta como una urgencia, pues se entiende que quienes han dirigido el país en los últimos treinta y ocho años hacen lo propio, pero con el objetivo de enfriar la caldera social que ha despertado en el último tiempo en Chile, donde enfriar esa caldera, desgraciadamente, no significa en ningún caso mejorar las condiciones de vida de las familias chilenas.
En el movimiento estudiantil esto no es distinto. Las movilizaciones del 2011 implicaron un salto cualitativo y cuantitativo. Hoy podemos afirmar con certeza que estamos en una nueva etapa del movimiento estudiantil que ha podido superar, en parte, sus falencias tales como la fragmentación, el peticionismo gremial y reactivo, como también la territorialización parcelada de los conflictos, en pos de la organización social, del empoderamiento ciudadano, de la concientización del pueblo y de la lucha conjunta.
Sin embargo, somos claros en que debemos avanzar más, que no por entendernos como sujetos y actores del conjunto de la sociedad, hemos de descuidar nuestras reivindicaciones propias como sector. Por el contrario, comprendiendo que la Educación que queremos no la podremos conquistar sólo los estudiantes, debemos ser capaces de obtener conquistas que nos doten de fuerzas como movimiento vinculado al resto de la sociedad, y que actúen como ejemplos concretos y morales de que es posible cambiar el Chile actual.
Ante todo esto, afirmamos que nuestra preocupación central deberá estar puesta en cómo somos capaces de fortalecer aún más el movimiento estudiantil para las exigencias que hoy se nos presentan. Pues no podremos consolidar lo avanzado si no contamos con una comprensión clara del momento histórico que enfrentamos y del rol vinculador y articulador que hoy debemos asumir para con el resto de las organizaciones y movimientos sociales del conjunto de nuestra sociedad. Sólo con estos elementos y claridades, podremos robustecernos como movimiento estudiantil y social, consolidar los avances, y seguir proyectando los mismos en el tiempo.
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